Llevaba una lista con todos aquellas pastelerías que quería descubrir y volver a visitar, así fue como llegue a Primrose Bakery, escondida en uno de los barrios más bonitos de Londres, Primrose Hill, que es realmente un lugar de película, con callecitas pequeñas, tiendas pintorescas y ese aire bohemio pero lleno de encanto.
Puerta principal |
Como característica curiosa, permiten la entrada de mascotas, lo cual hace que su ambiente sea familiar y gran parte de sus concurrentes sean los propios vecinos.
Esta pastelería tiene también una buena colección de libros que han ido editando en los últimos años, les voy a reconocer que aún no he comprado ninguno pero estoy seguro que alguno pediré en mi próxima carta a los reyes magos.
Finalmente y luego de pensarlo un poco decidí comer una clásica tarta de chocolate con buttercream de vainilla, con un sabor intenso pero con un suave contraste gracias a su relleno. Mientras estaba sentado me dedique a mirar el entorno y disfrutar del ambiente, los clientes, y de la grata atmosfera que han logrado crear en este bonito rincón.
Sin dudas, valió la pena la visita y como corolario, y para no quedarme con las ganas pequé: decidí llevarme un trozo de budín de nueces que estaba exquisito y terminó pasando a mejor vida esa misma noche, mientras me tomaba un café en mi habitación de hotel y organizaba mi rutina para el próximo día...
Tarta de chocolate con relleno de crema de vainilla |